martes, 9 de abril de 2013

UN DÍA EN LA VIDA DE JAIME


Jaime es un niño de 6 años al que se le ha diagnosticado retraso generalizado del desarrollo, más concretamente espectroautista.
Desde que Jaime se incorporó al aula de infantil, la maestra y el orientador hicieron una valoración de su situación y se la remitieron a la asociación de autistas APNA al sospechar conductas de tipo autista. A partir de ahí se elaboró una adaptación curricualr entre todos los especialistas implicados en su educación, llevando a cabo un Plan de Atención Individualizado. También se solicitaron los recursos personales (especialistas que iban a ser los implicados en la educación) y se tomaron las medidas organizativas pertinentes (reducción de ratio por aula, atención individualizada dentro y fuera del aula…)
Este niño requiere del apoyo educativo de otros especialistas, como es el caso de la A.L, P.T y, en todo momento una A.T permanece en la clase para servir de apoyo a la maestra con respecto a los aprendizajes de Jaime. Todos los especialistas nombrados trabajan con este niño dentro del aula, ya que los cambios de aula y personal crean a los niños con autismo estrés y desestructuración. 
Se le ha hecho una evaluación psicológica (realizada por los servicios de la asociación de autistas de la zona- APNA) en la que se ha corroborado que posee las características que yo también he podido comprobar en este tiempo en su compañía.

Características específicas de Jaime

  1. En cuanto a relaciones con los demás: He comprobado que tiene dificultades para relacionarse con los demás. Juega solo y no es capaz de implicarse en los juegos de grupo. Sin embargo, los niños de su clase le muestran cariño y afecto, aunque no jueguen con él. Tiene fijación por determinados juguetes y movimientos, repitiendo acciones una y otra vez. No es capaz de mantener la atención, mostrándose distraído y “en su mundo”. La maestra le sujeta la cara para que la mire cuando quiere que le preste atención en algún tema pero no fija la mirada. Esta acción la repite varias veces mandándole una orden o petición y, de esta manera consigue que Jaime realice órdenes sencillas. Por ejemplo: Cuando se levanta de la asamblea la maestra, en colaboración con la ATE, consiguen que, en algunas ocasiones, vuelva a sentarse para continuar con la actividad.
  2. Apenas hace algún comentario sobre sucesos importantes de clase, cuando dice algo normalmente no tiene que ver con el tema tratado. Parece totalmente disperso y descentrado de lo que sucede a su alrededor.
  3. Habla con monosílabos o palabras sueltas. A menudo se le puede ver hablando solo y repitiendo algo que haya aprendido y que se le haya grabado en la memoria. Por ejemplo: llevan un tiempo con él trabajando los colores y ahora no hace más que repetir continuamente los colores que conoce. Se le puede ver por los pasillos o en el recreo nombrando colores una y otra vez.
  4. A veces se muestra agresivo consigo mismo: Me contó la maestra que una vez se pilló los dedos al cerrar la puerta y esta situación, aunque para otro niño hubiera sido de dolor, él la interiorizó de tal manera que estuvo un tiempo repitiendo esta acción, haciéndose heridas en las manos. Tras mucho apoyo de especialistas lograron descentrarle de esta repetición y ahora se centra en repetir otras acciones, pero alejadas del daño físico.
  5. Se muestra a menudo nervioso, teniendo salidas de tono incongruentes (gritar una palabra, levantarse y salir corriendo para luego volver a su sitio, etc.)
  6. Tiene obsesión por los objetos redondos (como pelotas), a los que manipula hasta la saciedad sin aparente finalidad: la toca, la chupa… La maestra y especialistas han aprovechado está obsesión por este objeto para usarle con alguna finalidad, como relajarle pasándole la pelota por la espalda (cosa que le encanta) o utilizarla para realizar alguna actividad de psicomotricidad.
  7. Muestra un importante retraso en sus capacidades adaptativas, siendo muy dependiente en el área de autonomía: aún no controla esfínteres, no se pone el babi solo, ahí que insistirle y llevarle de la mano para que recoja los materiales y juguetes que utiliza…
  8. Manifiesta un gran retraso académico: no tiene ningún conocimiento de lectoescritura. No obstante colorea, pica, recorta y trabaja muy bien con plastilina (material que le encanta) y es un experto en puzzles y rompecabezas y, en general, en actividades manipulativas. Éste fue un hecho que me llamó mucho la atención, la manera en que se centraba a la hora de jugar con la plastilina o de hacer algún puzzle; muchas actividades las deja a medias por la falta de atención pero en estos juegos que le llaman la atención, presta una obsesiva concentración.
  9. Reconoce los conceptos espaciales pero no los incorpora a su lenguaje. No es así con los temporales, en los que se muestra totalmente desubicado. Cuenta mecánicamente una y otra vez pero no tiene la noción de cantidad ni siquiera de forma global ya que no reconoce los números. Éste tema también me llamó mucho la atención: Continuamente repite números ordenados del 1 al 10 pero cuando se le enseña algún número no lo reconoce.

Programa de Atención Individualizado

Entre todos los maestros vinculados en el aprendizaje de Jaime se ha elaborado un programa individualizado que irá encaminado a tres objetivos fundamentales:

  • Conseguir un nivel de comunicación parecido al que, por edad cronológica, le corresponde. Y consecuentemente mejorar la interacción social con los que le rodean.
  • Conseguir mejorar en los rasgos que presenta dificultades, especialmente en sus capacidades de referencia subjetivas y mentales, que facilitarán su adaptación e intercambios sociales, reduciendo los niveles de ansiedad.
  • Lograr que se aproxime a conocimientos y habilidades académicos referentes a su grupo, especialmente en lectoescritura.

Concretando más a fondo, en cuanto a las dificultades de relación:
  • Lograr que extienda su campo de acción a otros juegos y juguetes. Especialmente juegos colectivos y de grupo, asumiendo los papeles que le corresponden.
  • Participar activamente en los juegos de recreo, logrando que el grupo de niños le acepte y busque para el juego.

En cuanto a capacidades de referencia subjetivas y mentales:
  • Lograr que participe en un grupo de trabajo y asuma la parte del mimo que le corresponde.
  • Lograr el hábito de saludar y despedirse diariamente del maestro y sus compañeros.
  • Lograr que pida las cosas de forma habitual (salir al baño, material escolar…)
  • Lograr que entre sus rutinas de conducta esté el compartir sus cosas con los demás, procurando que la mayoría de actividades sean en colaboración con otros.
  • Lograr que solicite ayuda a adultos y compañeros para aquellas actividades en las que tenga dificultades y que preste ayuda a otros cuando estos se lo soliciten.

En cuanto a las funciones comunicativas:
En el lenguaje comprensivo:
  • Mostrar atención en actividades académicas en tiempos progresivamente más amplios.
  • Lograr que consiga mayores niveles de categorización, clasificación, seriación y retención a corto, medio y largo  plazo, así como la evocación posterior.
  • Lograr una mayor flexibilidad a la hora de interpretar el lenguaje, nmediante la realización de adivinanzas, juegos de palabras, juegos de identificación de conceptos…

En el lenguaje expresivo:
  • Lograr que participe primero como miembro y luego como portavoz de un grupo en actividades de asamblea.
  • Potenciar interacciones comunicativas con el tutor: solicitándole ayuda, búsqueda de información, función de petición de algo que desee y de expresión de estados físicos o de ánimo.
  • Lograr que participe en actividades de debate, dándole pequeñas responsabilidades de clase.
  • Lograr que extienda estos logros a sus interacciones en el hogar, haciendo partícipes a la familia del programa de integración.
  • Lograr que participe más en la dinámica: preguntándole con frecuencia, haciéndole salir a la pizarra, haciéndose cargo de un pequeño grupo…

En cuanto al control de su ansiedad:
  • Potenciar, mediante la observación, situar los momentos o situaciones en las que ésta se dispara y cambiarlas a situaciones más neutras y tranquilas para él, evitando los objetos o situaciones fóbicas.
  • Establecer el clima y dinámicas apropiadas y responder a las mismas de acuerdo con el programa de modificación de conducta establecido.


Conclusiones finales

La progresión de Jaime a lo largo del curso ha sido muy lenta, sobre todo en los aspectos de comunicación y relación, aunque se han conseguido progresos en autonomía y aceptación de las normas de clase y de la figura del tutor y especialistas que están en contacto con él.

Opinión personal sobre la experiencia vivida

A pesar de sólo haber podido pasar un día en el aula con Jaime he aprendido muchas cosas que me han llamado mucho la atención y que podrán servirme en mi práctica futura docente.
He podido observar de qué manera se debe actuar con un niño con estas características y conocer de primera mano a todos los maestros especialistas que trabajan en colaboración para conseguir los objetivos propuestos y cómo cada uno de estos se vuelca en el apoyo a este niño, intentando transmitirle no sólo conceptos y contenidos académicos, sino centrarse también en aspectos humanos fundamentales para la vida en sociedad: ofreciéndole todo el cariño que requiere y sirviéndole de modelo para recrear actitudes de comportamiento positivas.

Hay muchos momentos de este día que se me quedarán guardados en la memoria y me gustaría comentarlos en estas líneas.
Me ha llamado mucho la atención la manera en que los demás niños de la clase se encuentran involucrados para intentar enseñar a Jaime e interactuar con él. A pesar de que la mayoría de los momentos está sólo y siempre juega de esta manera, los demás niños se muestran muy cariñosos con él en muchas circunstancias. Creo que esto es debido gracias a la gran labor que la maestra está realizando para que estos niños se conciencien del problema que tiene Jaime y le intenten prestar su ayuda, aunque él no se muestre por la habilidad de pedirlo.

He podido interactuar en algunos momentos con Jaime y comprender su manera de actuar y de sentir. Cuando le hablas, sujetándole la cara él no te mira pero sí te sujeta con fuerza la mano y esta ha sido una manera de interactuar y comunicarme con él muy significativa para mí.

Para finalizar puedo decir que ha sido una experiencia muy enriquecedora, sobre todo personal porque he podido, por un día, ponerme en la piel de un niño con autismo, sentir lo que siente, ver cómo el ve y comprobar que estas situaciones son algo habitual en un centro que potencia la escuela inclusiva.

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